¿Cómo prevenir la deserción escolar?

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Nadie puede afirmar que exista una relación causal directa entre deserción escolar y criminalidad, no obstante, existe información suficiente para establecer que el abandono del sistema educativo formal, constituye un factor de riesgo que puede potenciar la aparición de conductas transgresoras o delincuenciales, en las que incurren particularmente los jóvenes.

La escuela es un espacio de socialización y construcción de identidad que representa la posibilidad de compartir expectativas y definir un plan de vida. La deserción escolar, por el contrario, aumenta las posibilidades de desempeñar trabajos precarios o informales, así como de interactuar en espacio sociales desintegradores y con escasos referentes positivos.

La deserción escolar coloca a las personas en una situación de vulnerabilidad a estigmatización, criminalización y exclusión.

México posee uno de los índices de deserción escolar más altos de América Latina. De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, en el ciclo escolar 2020-2021 un total de 5.2 millones de alumnos, de entre 3 y 29 años, no se inscribieron.

De éstos, 2.3 millones no se matricularon por causas relacionadas con la pandemia de COVID-19: no consideran funcional la educación a distancia, porque padres o tutores perdieron su empleo o por no contar con los dispositivos requeridos.

Los otros 2.9 millones no se registraron por falta de dinero o recursos. Estas cifras indican que, en México, cada día de clase 14,246 jóvenes abandonaron la escuela en el pasado año.

Los factores de riesgo asociados a la deserción escolar son diversos e involucran factores individuales, familiares, sociales y educativos, destacando el embarazo adolescente, las adicciones, problemas familiares, alcoholismos, violencia familiar, nivel de ingresos, pertenencia a grupos delictivos y la escolaridad de los padres.

Conforme a la Encuesta Nacional de deserción en la Educación Media Superior, los factores del ámbito educativo son los que más influyen en el abandono escolar, especialmente la percepción que tiene el alumno de la importancia de estudiar y trabajar, las bajas calificaciones, la inasistencia a clases y la reprobación de materias.

De igual forma, la violencia escolar y la debilidad institucional, que generan ambientes de convivencia no pacífica, influyen en que la escuela sea un lugar poco atractivo para los alumnos.

Si bien en México se han realizado importantes reformas para mejorar la calidad de la educación, el abandono escolar es una realidad en el país y representa un problema que nos afecta a todos, un problema contra el cual todos podemos y debemos luchar.

En ese sentido, la Secretaría de Educación Pública, a través de la Subsecretaría de Educación Media Superior, ha emprendido el Movimiento Nacional contra del Abandono Escolar que busca integrar acciones de la escuela, la familia y el estudiante, con el objetivo de prevenir, mantener un estado de alerta y reaccionar ante indicadores de riesgo de abandono escolar.

Para que seas parte de este movimiento, te recomendamos consultar:

La Caja de herramientas para una gestión contra el abandono escolar, del Movimiento contra el Abandono Escolar en la Educación Media Superior.

El Manual para Prevenir los Riesgos del Abandono Escolar “Yo no Abandono”, publicado por la Secretaría de Educación Pública.

El Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior, publicado por la Secretaría de Educación Pública (2012).

El video de introducción al Movimiento Contra el Abandono Escolar, publicado por la Secretaría de Educación Pública.

 

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