Latinoamérica está experimentando un alza considerable en el número de extorsiones conformando, a través de los distintos modus operandi en los diferentes países de la región, uno de los principales ilícitos que afectan al sector privado.
En México, según datos de la ENVIPE 2023, las extorsiones representan el 17.6% en 2022, con 5,056 delitos por cada 100 mil habitantes) de los delitos que se cometen en el país y constituyen el tercer delito de mayor incidencia.
Es importante tomar cartas en el asunto pues, según Coparmex, el 37% de las PyMEs, en México, son lideradas por mujeres, mismas que representan un 20% del total de víctimas de este delito, de acuerdo a datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública con el Estado de México como el más afectado.
A diferencia de una extorsión telefónica, donde el criminal comete el delito de forma virtual, básicamente mediante llamadas telefónicas, una extorsión directa tiene como característica principal, la “presencia física” del delincuente en el lugar de la víctima para exigirle dinero o que haga, deje de hacer o tolere algo para obtener un lucro, causando a alguien un perjuicio patrimonial.
Mediante el empleo de violencia física o moral, intimidando y amenazando por medio de disparos, envíos de cajas con cabezas de animales, arreglos florales o frutales con un sobre, fotografías de familiares o visitas de “cortesía” para ofrecerle protección o solicitar el cobro de “renta o derechos de piso”, los delincuentes intentan a toda costa extorsionar a sus víctimas.
Los extorsionadores y sus víctimas pueden relacionarse de 3 formas:
- Parasitaria.
Cuando el delincuente le demanda a la víctima pagos de forma constante y durante un largo periodo. - Depredadora.
Cuando el extorsionador le solicita a la víctima un pago importante en una sola ocasión. - Simbiótica.
Cuando el criminal y la víctima establecen una relación prolongada que les produce beneficios de manera ilícita, incluso a ambas partes.
- Parasitaria.
Ello ha generado no sólo graves pérdidas económicas a quienes acceden las peticiones de los delincuentes sino, además, un impacto profundo de tipo psicológico y moral que ha provocado el cierre de numerosas empresas y comercios, con afectaciones de tipo económico y social a nivel local.
En caso de que se presente físicamente algún delincuente en tu hogar, negocio, trabajo u oficina, argumentando el pertenecer a una organización criminal y te intenten extorsionar, considera las siguientes recomendaciones:
- Mantén la calma.
- No cedas a las exigencias económicas o demandas del extorsionador directo.
- No manifiestes negativa alguna de forma directa al delincuente.
- Argumenta que te tienes que “mover” para conseguir los recursos.
- Solicita al extorsionador directo, un plazo de al menos una semana para ofrecerle una respuesta.
- Mantén la calma.
¡DENUNCIA Y PIDE AYUDA!
En México, comunícate al 088 al Centro Nacional de Atención Ciudadana -vía Twitter en @CNAC_GN, para solicitar ayuda. Serás transferido a la Dirección General de Manejo de Crisis y Negociación, donde un asesor se encargará de ofrecerte todo el apoyo necesario para atender de la mejor forma el problema y resolver tu situación.
El Centro Nacional de Atención Ciudadana (CEAC) en el 088
proporciona atención profesional gratuita
las 24Hrs. los 365 días del año.
Comparte este artículo en tus redes sociales, ya que en la medida en la que un mayor número de personas estemos prevenidas, menor será la oportunidad de que los delincuentes tengan éxito en la comisión de delitos.