Saludos preventivos

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Los delincuentes especializados en el robo a transeúnte, salvo los muy cínicos, por lo general no operan en la esquina de su casa, se desplazan a lugares distintos para delinquir de manera anónima y, muchos, optan por elegir como víctimas a personas que estén solas.

Andar solos en la calle es algo que no podremos evitar en algún momento, sin embargo, el cómo nos perciban los demás en la calle, puede hacer una gran diferencia por nuestra seguridad.

A pesar de que vayamos solos, podemos aparentar a los demás -incluidos a los delincuentes- que no estamos solos, que no somos ajenos ni extraños en el entorno y eso lo podemos hacer de una manera muy sencilla: saludando a los demás.


Los delincuentes que operan en las calles observan y evalúan a una persona y las circunstancias y, si no existe alguna variable extraña que atente contra sus fines, la atacan.



Dicha variable es posible crearla cuando, en el momento de la observación del delincuente, nosotros mismos nos percatamos o tenemos la sensación de las malas intenciones de alguien en nuestra contra.

Por lo anterior, si al ir caminando nos sentimos observados por extraños que “no están haciendo nada en la calle” y saludamos a personas a nuestro alrededor (transeúntes o comerciantes), levantando la mano con la señal de saludo, diciendo en voz alta “buenas tardes” y les sonreímos, dichas personas, a pesar de no conocernos y por simple cortesía, nos devolverán el saludo.

Al observarnos saludar a otros, el mensaje para los extraños será que, no obstante de ir solos, no estamos solos y ello pueda hacerlos desistir de atacarnos y optar por seleccionar a otra persona como víctima.


Si cuando una persona se aproxima a nosotros y percibimos ese “algo malo” del otro, elevamos la mirada y fingiendo llamar a otros, gritando incluso sus nombres, “¡Roberto, Juan, ¡apúrense!” Esa simple acción desconcertará a la persona, pudiendo ocasionar, en caso de ser un delincuente, que aborte el ataque.

Pon en práctica estas recomendaciones la próxima vez que vayas en la calle, observa la reacción de la gente que te quiera abordar (algún pedigüeño o vendedor) cuando saludas a otros, y verás que no sólo crearás esa variable que pueda prevenirte de un delito, sino que tú mismo te sentirás, aunque solo, acompañado.


Recuerda mantenerte siempre alerta y observar e identificar a esos otros que te pueden estar observando.


Al caminar en la calle voltea constantemente, apóyate del reflejo de los cristales de los aparadores de los establecimientos para detectar situaciones extrañas en torno a ti, aprende a reaccionar preventivamente y confiando en tus sentimientos, ya sea simplemente saludando a otros, o bien cruzando la calle o ingresando a un lugar seguro.

Complementa estas recomendaciones con nuestros artículos Seguridad en la calle y ¿Cómo nos eligen los delincuentes?

 

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