El término “catfishing” proviene del documental estadounidense de 2010 titulado Catfish, dirigido por Ariel Schulman y Henry Joost. En esa película, el hermano del director, Nev Schulman, relata cómo fue engañado sentimentalmente en línea por una mujer que había creado una identidad falsa con fotos y perfiles ficticios. En el documental, se menciona una anécdota que da origen al término:
Antiguamente, cuando se transportaban bacalaos vivos en tanques desde Alaska hasta China, los peces llegaban a destino flácidos y con la carne blanda. Para mantenerlos activos durante el viaje, se les colocaba un pez gato (catfish) en el tanque, ya que este los mantenía alerta y en movimiento.
La metáfora se utiliza para explicar que hay personas que, como los catfish, están allí para mantenernos alertas, aunque sea por medios engañosos.
A raíz del impacto del documental, el término “catfishing” comenzó a utilizarse ampliamente en inglés para describir la práctica de crear identidades falsas en redes sociales, sobre todo con fines románticos o fraudulentos. Hoy es parte del lenguaje común incluso en español, especialmente en contextos de seguridad digital.
El catfishing es una forma de manipulación en la que alguien crea una identidad falsa en línea, generalmente para ganar la confianza, afecto o atención de otra persona. Pero lo que empieza como un intercambio de mensajes, puede derivar en chantajes, estafas económicas o abuso emocional.
Qué motiva a un catfisher?
- Obtener dinero con pretextos románticos o urgencias.
- Chantajear con imágenes íntimas o secretos compartidos.
- Sentir poder emocional al controlar la narrativa.
- Atacar o vengarse de alguien (ej. ex parejas, bullying).
Casos reales en México
En 2023, diversas fiscalías estatales documentaron un alza de denuncias relacionadas con fraudes emocionales y extorsión sexual digital. Algunas víctimas fueron adolescentes que enviaron imágenes comprometedoras pensando que hablaban con alguien de su edad. Otras, personas adultas que fueron engañadas durante meses por una identidad falsa. Aunque no siempre se denuncian, estos delitos dejan secuelas reales.
Confiar ciegamente en alguien que solo conoces en línea es como invitar a un desconocido con máscara a cenar a tu casa… sin saber que lleva un cuchillo escondido bajo la mesa.
¿Cómo prevenir ser víctima de catfishing?
- Sospecha de lo perfecto. Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.
- Verifica identidad. Pide videollamadas, compara fotos con redes sociales, investiga el perfil.
- No compartas contenido íntimo. Jamás, aunque te insistan. Ese material puede ser usado en tu contra.
- Evita enviar dinero. Ninguna historia romántica justifica transferencias a personas que no conoces en la vida real.
- Denuncia. Si detectas un perfil falso o te sientes manipulado, acude a la Policía Cibernética o fiscalía local.
- Sospecha de lo perfecto. Si parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.
El catfishing como tal no aparece explícitamente en el Código Penal Federal, pero sí puede encuadrar en delitos como:
- Suplantación de identidad.
- Fraude.
- Extorsión.
- Corrupción de menores (cuando involucra adolescentes).
- Violación a la intimidad sexual digital (Ley Olimpia).
El uso de imágenes íntimas sin consentimiento o su obtención a través del engaño está penado con hasta 6 años de prisión en muchos estados del país.
Muchas víctimas de catfishing no denuncian. Se sienten avergonzadas, burladas, o simplemente devastadas emocionalmente. El dolor que dejan estas experiencias es real. Detrás de cada caso hay una historia de confianza traicionada, de autoestima herida y de miedo persistente.
Hablemos con nuestras hijas e hijos, enseñémosles a reconocer señales de alerta, y reconozcamos que la seguridad digital también se construye con afecto, criterio y límites.