Además de ser un sector estratégico en la economía del país, el comercio constituye un elemento clave para el desarrollo y cohesión social al dinamizar nuestra actividad social, económica y cultural.
Por desgracia ha sido y continúa siendo afectado, al igual que otros sectores, por una delincuencia rampante cuyos embates parecen no tener fin.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Victimización de Empresas, casi la tercera parte (27.2%) de las unidades de comercio en México fueron víctimas de delitos, destacando como los más frecuentes:
- Extorsión.
- El robo o asalto de mercancía, dinero, insumos o bienes.
- Robo hormiga.
La probabilidad de que un comercio sea víctima se incrementó 2.529%. al pasar de 24.63%, en 2021, a 27.22% en 2023, con lo que el costo total del delito para las unidades económicas fue de $124.3 mil millones de pesos.
Resulta evidente que el miedo es latente y que los comerciantes, además de enfrentar los desafíos propios de una economía afectada por la pandemia, viven con el temor de ser victimizados de una u otra manera.
Si eres comerciante debes considerar los siguientes aspectos y recomendaciones para tu prevención:
- Información y relación.
Manteniéndote informado respecto de lo que está sucediendo en torno a tu comercio, particularmente en el contexto inmediato; incidencia delictiva, modus operandi, así como establecer redes de apoyo con instancias públicas y privadas para crear un frente común ante la delincuencia. - Análisis de riesgos.
Identificando, valorando y priorizando las amenazas en torno al comercio, mediante una descripción puntual de las mismas, para facilitar la evaluación de su impacto y la probabilidad de se materialicen. - Planes de seguridad.
Estableciendo lineamientos de manera preestablecida, llevarlos a cabo a través de protocolos y procedimientos tanto por el personal y los proveedores, a fin de conducirse con seguridad y enfrentar una eventual crisis. - Capacitación y adiestramiento.
Educando al personal para fomentar y desarrollar así una cultura de seguridad en la empresa, estableciendo hábitos y las mejores prácticas con el fin de reducir su vulnerabilidad y la del propio negocio. - Equipamiento.
Incorporando al establecimiento los aditamentos necesarios de acuerdo con su nivel de riesgo y tu presupuesto; desde puertas, cerraduras, protecciones y candados de seguridad, hasta sistemas sofisticados de alarmas y cámaras, botones de pánico, cajas para resguardo de efectivo y guardias de seguridad privada.
- Información y relación.
Resulta fundamental el que te asesores, lejos de un vendedor de productos, con un profesional certificado en seguridad ya que, además de asistirte de manera puntual en todos los procesos, te ayudará para hacer un uso racional de tu presupuesto.
Mientras tanto y para que contemples con mayor amplitud las medidas de seguridad para tu comercio, te recomendamos la lectura de la Guía Comercio Seguro, publicada por la Confederación Española de Comercio.