La acción voluntaria representa uno de los motores principales para impulsar la convivencia social, ya que refleja la capacidad humana de ayudar a otros de manera desinteresada.
En muchos países las actividades de soporte social dependen del gobierno, no obstante, la ciudadanía debes construir redes convivenciales sólidas y extendidas para crecer, desarrollarnos y tener una mejor calidad de vida.
Resulta evidente que estas redes se tejen, día a día, por millones de personas que consideran que los actos solidarios son valiosos en sí mismos, tendiendo una mano de apoyo a conocidos y desconocidos.
Sin embargo, son pocas las acciones públicas que se realizan para fortalecerlas y las políticas destinadas al apoyo social, si bien contribuyen en la resolución de problemas, no logran estimular la acción ciudadana.
En México, de acuerdo con el Compendio Estadístico del Sector no lucrativo 2021 realizado por el Centro Mexicano para la Filantropía, en promedio, el mexicano realizó 2.3 actividades voluntarias durante 2021 y que, debido al impacto de la pandemia, el número de personal voluntario pasó de 2’097,924, en 2019, a 1’674,230 al cierre de 2020, presentándose una tendencia a la baja desde 2018, año en que eran 2’301,514 los voluntarios.
Lo mismo ocurre con el valor económico de la labor del voluntariado, que desde 2018 va a la baja para cerrar en 2020 en $119,099 millones de pesos, y que durante los últimos 13 años equivaldrían a $1.26 billones de pesos.
Se observa, asimismo, que los hombres son los más involucrados en actividades de voluntariado. De los voluntarios que perciben un salario, el 62.5% son hombres, mientras que los que no reciben pago alguno son un 61.5% de hombres.
El mexicano realiza acciones voluntarias preponderantemente en:
- La escuela (49.3%).
- Desarrollo y vivienda (13.5%).
- Iglesia o templo (10.8%).
- Salud (7.2%).
- Servicios sociales (6.3%).
Si bien es cierto que estos resultados son optimistas y alentadores, en alguna medida, al mismo tiempo resulta cierto que existen enormes áreas de oportunidad, donde la labor de los voluntarios, más allá de las acciones de gobierno, lograrán fortalecer y reconformar el tejido social, la participación ciudadana y la sana convivencia entre los individuos.
Por todo lo anterior, hacen falta inversionistas: personas que deseen invertir hoy un poco de su tiempo y esfuerzo, aportando lo mejor de sí mismos. El rendimiento a su inversión será el observar el día de mañana a sus hijos en un ambiente distinto, mejorado y, sobre todo, seguro.
Y tu, ¿tienes algo que invertir? Existen miles de organizaciones civiles que necesitan tu ayuda. Identifica tu causa, muestra tu capital humano e invierte
Por un Futuro más Seguro