Hostigamiento y acoso sexual

Newsletter - Hostigamiento y acoso sexual

Un asunto que muchos no quieren ver ni aceptar, que algunos ignoran o toleran y en el que algunos otros incurren, lo representa el hostigamiento y acoso, el cual es una forma de violencia y discriminación que, encima de ser una agresión de género, representa un ejercicio de poder que humilla y lastima gravemente a las víctimas, afectando sus garantías individuales.

Las personas, en su mayoría mujeres, son victimizadas no sólo en sus ámbitos laborales, sino asimismo en aquellos de tipo familiar, escolar y social, enfrentando diversos problemas de tipo:

  • Psicológico.
    Manifestando inseguridad en sí mismas, miedos, depresión, ansiedad, fatiga, falta de motivación, dificultad en la concentración, baja autoestima y relaciones personales restringidas.

  • Fisiológico.
    Presentando dolores de estómago y cabeza, náusea, así como disturbios y alteraciones de sueño.

  • Laboral.
    Reducción de la satisfacción con el trabajo, estrés laboral, ausentismo, cambio de carrera o trabajo, baja en la productividad.

El hostigamiento no es un acto impulsivo, sino premeditado, donde el hostigador cree que ejerce algún poder sobre su víctima, cuyo cuerpo considera como un objeto. Existen 3 grados en los que se ejerce el hostigamiento y acoso:

    • Leve.
      Mediante carteles, calendarios o imágenes, piropos o comentarios no deseados acerca de la apariencia física: silbidos, miradas morbosas, gestos sugestivos, bromas o preguntas personales sobre el tema.

    • Medio.
      Insistencia para aceptar invitaciones o citas no deseadas, promesa implícita o expresa a la víctima de un trato preferente, a cambio de favores o amenazas si no se acepta, cartas, llamadas telefónicas, correos o mensajes con una connotación no deseada.

    • Alto.
      Contacto físico no deseado (manosear, sujetar, presionar). Forzar para tener relaciones (disputa, resistencia, acorralamiento de la víctima). Intento de violación (enfrentamiento físico, golpes).

En el ámbito laboral, se ha identificado un ‘itinerario’ donde el acosador:

  1. Elige una víctima vulnerable.
  2. Se gana su confianza.
  3. Supera su nivel de relación como compañero.
  4. Inicia demandas explícitas.
  5. Amenaza a la víctima con represalias.
  6. Pasa al asalto utilizando la fuerza física.



Es importante entender que ninguna persona, bajo ninguna circunstancia, provoca el hostigamiento y acoso, pues nadie desea exponerse a los sentimientos de humillación, desagrado e intimidación. La responsabilidad absoluta está en la persona que acosa.



En México, el acoso es un delito que se incluye en el Código Penal Federal, donde se considera una persona hostigadora aquella quien, con fines lascivos, asedia reiteradamente a mujeres y hombres de cualquier edad, valiéndose de su posición jerárquica, derivada de sus relaciones laborales, docentes, familiares o de cualquier otra que implique subordinación.

El acoso, sin embargo, posee un marco regulatorio que obedece al lugar donde se comete, el cual tiene un orden jurídico distinto, pudiendo calificarse como un delito, una falta administrativa o bien como una conducta inapropiada en el trabajo.

Para enfrentar este problema se requieren acciones a nivel gubernamental, institucional y organizacional, considerando:

  • Prevención. Informando lo que es el acoso y el hostigamiento.

  • Atención. Denuncia, investigación y atención a víctimas.

  • Sanción. Normas de carácter disciplinario.

Aprende a combatir este delito, no lo toleres. Para ello, te recomendamos conocer el Protocolo de intervención para casos de hostigamiento y acoso sexual publicado por el Instituto Nacional de las Mujeres INMUJERES, así como leer el artículo Acoso laboral.

 

Agregar comentario