En las calles, en los hogares, en las escuelas, en los negocios… los delitos no sólo se cometen con armas, con palabras, con fraudes. También se cometen con silencios, con indiferencia, con excusas, con omisiones.
Como sociedad, nos hemos acostumbrado a ser testigos pasivos. Observamos cómo se deteriora el tejido social, cómo crece la violencia, cómo se normaliza la impunidad, y aún así seguimos actuando como si no fuera con nosotros.
¿Cuántas veces hemos callado ante una injusticia? ¿Cuántas veces ignoramos a quien es asaltado, dimos la vuelta o dijimos “mejor no me meto”?
Es preciso mirarnos al espejo. Y no para echar culpas sino para reconocernos, para asumir que somos parte del problema cuando nos quedamos de brazos cruzados.
- Porque no denunciamos cuando vemos una agresión escolar.
- Porque no corregimos cuando un familiar presume su “palanca”.
- Porque no exigimos cuando el gobierno es omiso o corrupto.
- Porque no enseñamos a los hijos a actuar con responsabilidad social.
- Porque dejamos pasar el chisme que humilla, la broma que discrimina, la foto que revictimiza.
Las omisiones cotidianas construyen el ambiente perfecto para que la injusticia, lo ilegal, el delito, echen raíces.
La delincuencia crece como la humedad en una casa abandonada: no hace falta que alguien la destruya, basta con que nadie haga nada por cuidarla.
¿Qué podemos hacer para detener esta actitud?
Aquí 5 acciones para dejar de ser espectadores:
- Rompe el silencio: denuncia lo que sabes o lo que ves, aunque parezca pequeño.
- Hazte cargo de tu entorno: escuela, trabajo, familia. Todos los espacios cuentan.
- Participa en redes vecinales, campañas educativas, foros o brigadas ciudadanas.
- Educa con el ejemplo: tus hijos aprenden más de lo que haces que de lo que dices.
- Apoya proyectos preventivos: fortalece iniciativas que construyen paz y legalidad.
- Rompe el silencio: denuncia lo que sabes o lo que ves, aunque parezca pequeño.
“La indiferencia es la mejor aliada del CO. El cambio comienza cuando dejamos de mirar hacia otro lado.”
Desde Grupo Paladín y la campaña “Por un Futuro más Seguro”, te invitamos a ser protagonista del cambio. Comparte este mensaje, actúa en tu entorno, acércate a tu comunidad. Lo que tú hagas —o no hagas— sí importa.