El pacto faústico y sus efectos

Newsletter - El pacto faústico y sus efectos

¿Qué lleva a personas comunes, empresarios, autoridades o incluso instituciones enteras a cruzar la línea y pactar con el crimen? En este boletín, abordamos un concepto profundo y perturbador: el pacto faústico, una figura literaria que hoy nos ayuda a entender muchas de las causas ocultas del daño que vivimos en México.

¿Qué es un pacto faústico? El término viene de la leyenda de Fausto, un personaje que vende su alma al diablo a cambio de conocimiento, poder o placeres terrenales. En su afán por obtener beneficios inmediatos, ignora las consecuencias a largo plazo.

Es un trato desigual: se gana algo a corto plazo y se pierde mucho más en el futuro.

En términos sociales, se refiere a cuando una persona o institución negocia con el mal —en este caso, el crimen organizado— creyendo que podrá controlarlo, limitarlo o beneficiarse de él sin consecuencias. Pero con el tiempo, ese mismo acuerdo los consume.

Durante años, hemos visto cómo ciertos sectores pactan con criminales para lograr objetivos personales, institucionales o económicos:

      • Policías que “acuerdan” con cárteles para evitar enfrentamientos.
      • Funcionarios que toleran a grupos criminales a cambio de “control territorial”.
      • Empresarios que pagan cuotas de extorsión para “mantener la paz”.
      • Ciudadanos que “resuelven” sus problemas recurriendo a intermediarios fuera de la ley.

Todos ellos, sin saberlo, firman un pacto faústico: sacrifican la legalidad, la ética y la paz a cambio de una aparente solución rápida. Pero ese acuerdo fortalece al crimen y debilita el tejido social.

Consecuencias reales de estos pactos resultan inexorables:

      • Normalización del delito: lo ilegal se vuelve parte de la rutina.
      • Pérdida de autoridad moral: nadie puede exigir legalidad si antes la violó.
      • Colapso institucional: la corrupción se vuelve sistémica.
      • Violencia desatada: cuando el crimen se siente traicionado, responde con sangre.
      • Impotencia ciudadana: al no saber en quién confiar, la gente se aísla o se resigna.

Estos acuerdos, a veces silenciosos o tácitos, construyen el infierno que hoy vivimos: miles de muertos, territorios capturados por el miedo, gobiernos infiltrados, niños creciendo entre balaceras y desapariciones.

Como en la leyenda de Fausto, lo que se gana (dinero, poder, control) es efímero. Lo que se pierde (dignidad, paz, libertad) puede ser irrecuperable.

Comprender el pacto faústico no es un ejercicio literario, es una advertencia.

A nivel psicológico y social, estos tratos afectan profundamente la cultura:

En lo individual, se rompe la brújula moral: lo correcto y lo incorrecto se difuminan.

En lo colectivo, se entrena a nuevas generaciones a pensar que todo se puede negociar, incluso con el mal.

Estudios de psicología moral y criminología lo explican: la disonancia cognitiva y la normalización del desvío son mecanismos que permiten que estos pactos se justifiquen internamente. El criminólogo Edwin Sutherland ya lo señalaba con su teoría de la asociación diferencial: uno aprende a delinquir en contextos donde se justifica o se premia la conducta delictiva.

¿Qué podemos hacer?

Romper con estos pactos empieza con una decisión individual.

      • Decidir no pagar ni negociar con delincuentes.
      • No tolerar la corrupción en ninguna de sus formas.
      • Denunciar, organizarnos, crear redes de apoyo legal.
      • Educar a nuestros hijos desde pequeños en la cultura de la legalidad.


¿Qué tanto hemos entregado ya en este pacto? ¿Y qué estamos dispuestos a recuperar?
No se trata de juzgar el pasado, sino de construir el futuro. El primer paso es ver con claridad que muchos de los males que nos agobian no son fruto del destino, sino de decisiones acumuladas, muchas de ellas pactadas en silencio.

La invitación está sobre la mesa: rompamos con ese pacto faústico y construyamos, juntos, un México donde la paz no se negocie, sino que se conquiste con integridad.

Haz conciencia. Comparte este mensaje. Participa activamente en tu comunidad.
Cada acto de integridad que tú realizas es un antídoto contra los pactos oscuros.

Para complementar esta lectura, te recomendamos leer la entrevista realizada a Dagoberto Santiago, en la que expone qué es y por qué es importante la Cultura de Legalidad en nuestras sociedades y cómo fomentarla (requiere que estés registrado como usuario, si ya lo estás, accede por acá).

 

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