Estafas callejeras – Parte Uno

Newsletter - Estafas callejeras

Día con día infinidad de personas en el mundo son estafadas en la calle por individuos o bandas perfectamente organizadas, que salen a “trabajar” utilizando ingeniosas tácticas que les permiten obtener jugosas ganancias, haciendo de la estafa un verdadero arte y, con ella, su modo de vida.

Los estafadores son un tipo de delincuentes que, a diferencia de otros que utilizan la violencia con sus víctimas, amagándolas con un arma, emplean una serie de artimañas para lograr engañarlas y despojarlas “voluntariamente” de su dinero o sus pertenencias.

Son especialistas en persuadir a la gente para que crea o haga algo, o para despertar la codicia de sus víctimas, es decir, el deseo de algo, generalmente de dinero o cosas que le resulten valiosas a las personas.

Existen un sinfín de estafas callejeras, entre algunas de las más utilizadas en los últimos tiempos, y de las que es preciso conocer para prevenirse, se encuentran:

Juegos de apuesta.
Organizados por bandas de estafadores profesionales que escenifican juegos de barajas u otros tales como “dónde quedó la bolita”, donde los curiosos (potenciales víctimas) observan cómo un apostador, generalmente cómplice o “palero” del que efectúa el juego, gana dinero fácilmente adivinando la carta ganadora o bien, lo pierde al señalar “erróneamente” el lugar donde quedó la bolita y la víctima, al observar que ella hubiera atinado, se motiva a apostar.

En realidad, ni el azar ni la suerte forman parte de estos juegos, pues se trata de un truco de manos donde la víctima será despojada de su dinero al perderlo “limpiamente” en las apuestas.

El dinero perdido.
La víctima encuentra un fajo de billetes tirado y, al momento de recogerlo, el estafador se aproxima súbitamente fingiendo que él igualmente lo encontró, y al ser el “hallazgo” de ambos, propone dividirlo. Toma el fajo y muestra a los ojos de la víctima una cantidad considerable de billetes, con lo cual despierta su codicia.

Argumentando prisa, ante la posibilidad de que la persona que lo haya perdido regrese y considerando que la víctima recogió primero el dinero, le pide que le dé lo que tenga en su cartera y que ella se quede con el fajo de billetes.

La víctima, considerando que le irá mejor quedándose con el fajo, le entrega su dinero y el estafador desaparece rápidamente. La persona, al abrir el fajo, cae en cuenta de la estafa al observar que el fajo mostrado fue cambiado y, del que le fue entregado, el único billete auténtico es el primero, pues el resto está conformado por recorte de papel periódico.

Billete de lotería.
El estafador adquiere un billete de lotería, pronóstico deportivo o juego de números, con los mismos números que han resultado premiados con un bajo monto en un sorteo pasado y altera la fecha para hacerle creer a su víctima que posee el boleto ganador o bien, altera la fecha de un comprobante de resultados (generalmente una fotocopia).

Vestido con aspecto humilde, el estafador se acerca a la víctima y le muestra el boleto “ganador” y el comprobante de resultados, suplicándole que le ayude a cobrar el premio, con el pretexto de no contar con una identificación oficial para hacerlo.

Si la persona acepta ayudarle, el estafador le pedirá una garantía para esperarla a unos cuantos metros del puesto expendedor de boletos argumentando, que ya tuvo algún altercado con la persona que efectúa el pago. En el primer descuido, el estafador huirá con la garantía.

Algunas variantes de esta estafa ocurren afuera de instituciones bancarias, con cheques falsos o robados.

Cambio de divisas.
Estafadores disfrazados de turistas, y argumentando miedo ante la inseguridad de acudir con sus divisas a una casa de cambio y ser asaltados al salir, le proponen a su víctima vendérselas a un tipo de cambio más bajo que el oficial o darle una buena comisión por la ayuda. La víctima es estafada con billetes falsos.

Algunos estafadores poco a poco se van ganando la confianza de la víctima, dándole a cambiar cantidades pequeñas de divisas con las que no tendrá ningún problema, no obstante, al solicitar cambiar una cantidad mayor, es estafada.

Evita participar en cualquier tipo de juego de apuesta callejera, pues en ellos “la casa siempre gana”. Desconfía de cualquier tipo de hallazgo fortuito de dinero o bienes en la calle, pues existe la gran posibilidad de que sea un engaño para estafarte.

No corras riesgos, evita ayudar a extraños en sus trámites de cobro y mantente alerta ante situaciones inusuales, ya que muy probablemente estén intentando estafarte.

En la siguiente entrega, narraremos otras estafas utilizadas en las calles.

 

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