En América Latina, el cibercrimen ya no es una amenaza futura: es parte del presente operativo de toda organización. Desde pequeñas PYMES hasta grandes corporativos han sido víctimas de ransomware, secuestro de información, fraudes internos y robo de identidad empresarial.
Según la firma Kaspersky, más del 60% de las empresas latinoamericanas han sido vulneradas por errores humanos, como correos maliciosos abiertos por empleados, contraseñas compartidas o configuraciones sin protección. Y la pregunta no es si te va a pasar, sino cuándo y cómo lo enfrentarás.
De acuerdo con informes de la empresa Deloitte, más del 80% de las fugas de información en empresas mexicanas provienen del interior, y no necesariamente por mala fe, sino por desconocimiento y ausencia de cultura preventiva.
Una empresa se protege con tecnología… pero se defiende con cultura.
Las 10 reglas de oro de la ciberseguridad empresarial
1 – Capacita al personal en ciberseguridad básica
La seguridad comienza con la conciencia. Un colaborador mal informado es un riesgo operativo.
2 – Evita contraseñas genéricas o compartidas entre equipos
Cada usuario debe tener accesos individualizados. El “1234empresa” ya no es una clave, es una brecha abierta.
3 – Implementa doble autenticación en todos los accesos críticos
Esto incluye correos, plataformas de pagos, CRM (por sus siglas en inglés, Customer Relationship Management, gestores de clientes) y bases de datos.
4 – Revisa y actualiza tus protocolos de respaldo
Tener copias offline y automatizadas puede salvar la operación si se presenta un ataque tipo ransomware.
5 – Restringe el uso de USBs y dispositivos externos sin revisión
Muchos ataques aún se dan por puertas físicas: dispositivos infectados por colaboradores o visitantes.
6 – Evita el uso de redes públicas para conexiones laborales
Especialmente en viajes, home office o visitas a clientes. Usa VPN empresarial y control de IPs.
7 – Verifica la legitimidad de correos y transferencias
Un “cambia la cuenta de depósito” puede parecer inofensivo, pero podría costarte miles o millones de pesos. Aplica doble verificación.
8 – Administra los permisos de los empleados con base en funciones reales
No todos necesitan acceso a todo. Minimiza el riesgo con segmentación.
9 – Contrata profesionales o auditorías de ciberseguridad periódicas
No se trata de tener un “chico de sistemas”, sino de evaluar vulnerabilidades con criterios técnicos y externos.
10 – Ten un plan de respuesta a incidentes
¿Sabes qué hacer si se cae el sistema? ¿Si roban tu base de datos? El tiempo de respuesta puede hacer la diferencia entre una crisis menor y un daño reputacional irreversible.
Para complementar estas 10 reglas de oro, te recomendamos la entrevista a David Garza Marín, especialista en ciberseguridad y considerar registrarte en la Incubadora para Analistas de Datos y Seguridad que ofrecemos en conjunto con CASEDE y CRIMIPOL.